El lifting es un procedimiento quirúrgico también conocido como estiramiento facial. Esta operación consiste en elevar y tensar la piel y los tejidos profundos de la cara y el cuello consiguiendo así un aspecto más joven. El lifting no puede detener el proceso de envejecimiento pero sí mejora los signos más visibles de los caracteres faciales que recubre la piel del rostro. Ojos, frente, mejillas, barbilla, cuello, etc.
Esta cirugía es frecuentemente solicitada tanto por mujeres como por hombres. La mayoría de estas cirugías se practica en pacientes entre 40 y 65 años, que es la edad en la que normalmente la piel pierde tonicidad y lozanía.
En el procedimiento quirúrgico se realiza una incisión siguiendo la zona del pelo en la zona próxima a la unión de la cara con las orejas, comúnmente llamada patilla, y se continúa rodeando el lóbulo de la oreja y ascendiendo hasta la línea de pelo en esta zona. A continuación se hace un despejamiento de la piel de la cara y cuello para reposicionar y tensar las estructuras que se han desplazado con los años.
Después de la intervención se colocarán unos drenajes para disminuir la posibilidad de hematomas e inflamaciones y conseguir así que la recuperación sea más rápida y una cicatrización mejor. Se colocará un vendaje facial compresivo que se retirará al cabo de 3 a 4 días.
El lifting facial puede realizarse de forma aislada o complementarse con otros procedimientos como la cirugía de párpados, liposucción de papada y otros.
Es normal que aparezcan hematomas y que la paciente sienta molestias y sensación de adormecimiento de la zona .
La duración del lifting va a depender del cuidado postoperatorio de la piel, de una adecuada alimentación y de la vigilancia de los cambios en el peso corporal y del cuidado con la exposición al sol.